Cómo diseñar un jardín de bajo mantenimiento

Te damos las claves para saber cómo diseñar un jardín de bajo mantenimiento, y que no tengas que invertir mucho tiempo ni dinero. Lo primero es plantearnos las siguientes preguntas: ¿cuáles son las características climáticas de la zona en la que se encuentra el jardín? ¿Es seco continental? ¿Mediterráneo suave? ¿Está al lado del mar? ¿En la montaña? ¿El suelo es ácido o calizo? Todo esto es fundamental a la hora de elegir bien qué especies plantar. Te contamos aquí algunas opciones.

Cómo diseñar un jardín de bajo mantenimiento - iFinca

Incluye especies rústicas de la zona

A la hora de pensar en cómo diseñar un jardín de bajo mantenimiento, una de las primeras cosas que debes considerar es incluir especies rústicas, de la zona, que aguanten bien las condiciones del clima local para minimizar el tiempo de mantenimiento y su coste.

El efecto de un jardín de poco mantenimiento no tiene por qué ser el de un lugar árido. En este caso estamos ante un paisaje campestre, típico mediterráneo, donde ni siquiera es necesario podar. De hecho, es bueno escoger especies que no necesiten una poda intensa. El efecto es igual de espectacular. ¿Y cuál es el secreto? Tan sencillo como observar la variedad de planta espontánea que crece en tu zona y llevarla a tu jardín en sus variedades más interesantes.

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Cómo zonificar un jardín pequeño para aprovecharlo al máximo

Este es un claro ejemplo de cómo diseñar un jardín de bajo mantenimiento en el que se han instalado jardineras de obra y traviesas o acero corten para acotar la zona de plantación. Si te gusta el ‘efecto pradera’, pero no quieres gastar agua, instala césped artificial. Hay multitud de modelos, pero también requiere de cierto mantenimiento.

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Breve guía para que tu jardín sea sostenible

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Otra buena idea puede ser la de diseñar un muro verde. Elige especies rústicas en su variedad reptante, como los romeros y los tomillos rastreros que, además de tener una hoja perenne, necesitan poco riego y presentan una gama de colores muy interesantes con sus diferentes floraciones.

Otro detalle… si escoges especies rústicas tendrás menos problemas a la hora de la aparición de plagas y enfermedades y ahorrarás dinero en costosos tratamientos.

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Una parte muy importante de los jardines de bajo mantenimiento son los pavimentos. Escoge materiales de la zona si vas a instalar pavimentos de roca natural; siempre serán menos costosos y más resistentes a las condiciones climáticas.

Una opción muy utilizada, sobre todo para el suelo de parterres es la grava. Instalándola encima de una malla antihierbas, evitarás la proliferación de hierbajos y la desecación de la tierra, aprovechando al máximo el agua de riego, ya que retiene la humedad por más tiempo y eso permite espaciar más los riegos en el tiempo.

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El mulch es una opción realmente interesante. Está compuesto por astillas de madera o corteza de pino. Mantiene el terreno húmedo y protege las raíces superficiales de los rayos del sol. Con grandes losas de piedra u hormigón se puede componer un pavimento práctico y decorativo para caminos y zonas de transición. El mulch es biodegradable, con lo que tendrás que reponerlo cada cierto tiempo. En zonas muy ventosas no es la mejor opción debido a su poco peso.

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Para minimizar el número de plantas, puedes decantarte por incorporar al terreno elementos inertes, como las grandes rocas en este talud. Con unas cuantas especies bien escogidas podrás crear una rocalla espectacular.

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Tampoco es necesario tener pradera para lograr un efecto “verde” en el jardín. Utiliza pavimentos y crea parterres de plantas de distintas formas y tamaños, de hoja perenne, para reducir el área de plantación.

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Otra opción es instalar en las zonas centrales del terreno pavimentos de distintos materiales, como el gres, dejando zonas verdes en el perímetro al mismo nivel del pavimento.

Cuando analices cómo diseñar un jardín de bajo mantenimiento, decántate por especies que tengan floraciones a lo largo de todo el año para aprovechar sus distintos coloridos en todas las estaciones. Si no quieres que queden huecos en invierno, no hagas parterres de flor de temporada porque tendrás que estar reponiendo plantas cada tres meses.

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Si resides en una zona con veranos de calor extremo e inviernos suaves, utiliza especies cactáceas y crasuláceas que apenas necesitan riego. Usa gravas para evitar las malas hierbas. Un jardín de este tipo tiene un mantenimiento mínimo.

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En las zonas con climas más húmedos puedes sembrar césped, pero te recomendamos que no lo hagas en una zona muy extensa, ya que tendrás que dedicarle mucho tiempo.

Reserva espacios para instalar pavimentos y definir zonas donde plantar especies arbóreas y arbustivas que den volumen y privacidad a los diferentes espacios del jardín.